Erase una vez un pequeño y prospero planeta perdido entre la inmensidad de la galaxia, contenía: agua, luz, y mucha vida interior. Nuestro planeta ha seguido siempre los mismos movimientos de traslación, pero debido a la lógica inexistente del cosmos poco a poco fueron cambiando sus puntos de influencia, aparecieron nuevos grupos de satélites, y apareció un astro que también parecía distinto. Como de todos es sabido los planetas tienen que seguir un ritmo periódico, y si no lo hacen poco a poco pierden el control. Este planeta se encontraba dividido entre el grupo de satélites o aquel astro que a primera vista era especial, en el grupo se encontraba protegido, comprendido y en general no podía haber nada o casi nada mejor, cuando estaba con el astro todo era diferente, podía ser capaz de apreciar cosas que no había sentido antes, y aunque el astro mandaba señales de reciprocidad (por lo menos aparente) este nunca fue capaz de darle al planeta lo que necesitaba. Nadie sabe porque… miedo, dudas, vergüenza, falta de valentía, o a lo mejor es porque la personalidad del astro es así y no puede dejar de atraer a pequeños planetas aunque no busque nada en ellos. Si los científicos no se ponen de acuerdo, el que narra la historia aún lo hace menos.
Hoy en día este pequeño mundo anda vagando de un lugar a otro de la infinita galaxia atraído por los imanes de su astro y de sus satélites, pero debido a los sucesivos cambios en sus movimientos, sus recursos se agotan cada vez más y se va ahogando por momentos porque ni el mismo sabe como salvarse.
Explicaciones
Hace 6 años
Resumiendo...todo es una mierda, porque sí, a pesar de que tú eres más sutil para decirlo, esa es la conclusión a la que cualquier otro cuerpo celeste llegaría.
ResponderEliminarErase que ese era, un planeta que giraba en torno a una estrella…
Cualquier planeta como ese, durante su traslación, pierde la fuerte influencia de sus satélites, que, por momentos, parece que le dejen solo en un camino que se dirige hacia la nada. Pero los satélites nuca se desvían demasiado tiempo de su camino, nunca mueren…cuando menos lo esperes están ahí, cambiando la inclinación del planeta, influyendo sobre sus mareas y alterando la vida que en él habita.
Desde luego el rumbo del planeta no es una cuestión azarosa, ya que éste no puede evitar dar más y más vueltas al mismo astro, el cual quizá es bastante destructivo para el planeta, pues parece que este utiliza un refuerzo intermitente para que el planeta siga girando y girando en torno a él pero que no se acerque más de lo necesario. Parece que el astro tiene miedo a estar solo y no le importa el precio de su compañía.
Debido a que el planeta sigue vagando y no se queda quieto en ningún lugar, es presumible que el pequeño planeta nunca pierda su vida, pues al utilizar la energía cinética para vagar, ésta se transforma en otros tipos de energía que son capaces de hacer que el planeta siga manteniendo con vida a sus satélites, que a pesar de estar distantes, no pueden evitar seguir su camino infinito…
Sí, todo es una mierda, pero si existen personas que destrozan lo que ya está formado desde hace tiempo, todavía más. ¿Qué piensas tú?
ResponderEliminarLo primero que he pensado es que depende de las circunstancias, pero sería muy cómodo decir que todo es relativo, y siempre depende de lo que estemos hablando. ¿una amistad? ¿una relación? Lo que está claro, es que dos no se pelean si uno no quiere.
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