Hace un par de días, alguien me dijo, que somos lo que hacemos, yo asentí con la cabeza sin pensarlo demasiado, pero… después me pregunté, que si esto es cierto… ¿Quién soy yo?¿que soy yo?. Enseguida me di cuenta, si es cierto, y somos lo que hacemos, yo soy cada una de las noches que sueño contigo.
sábado, 25 de abril de 2009
lunes, 20 de abril de 2009
Salir corriendo
Salgo del metro. Tengo prisa. Mierda, me sudan las manos. ¿Qué hora es? Llega tarde. Me llaman, “¿dígame?”. Le veo a lo lejos, que guapo. Tenemos muchas cosas de que hablar, ¿Un café? ¿Qué ha pasado en tu vida?, yo te tengo que contar. Su mirada, sigue siendo la misma de siempre. Su boca me habla, pero sus ojos también. Miro el reloj ¿tanto ha pasado? ¿Y si me siento más cerca? Tenemos que irnos, van a cerrar. ¿Y si vamos a un parque?, no te marches aun. Acompáñame al metro, no me atrevo y tu tampoco. Llámame luego. ¿Quieres comer mañana? Te echo de menos.
“yo por aquel entonces creía en el amor para siempre”
jueves, 16 de abril de 2009
Without A Doubt
Llevo días, meses, ¿años? Buscando una media naranja, mi media naranja, ayer le dije a un amigo, que creo que alguien se hizo un zumo con ella, y es que en el fondo necesito que alguien llene algún que otro espacio vacío, caricias, abrazos, llamadas, saber que está ahí, saber que te necesita, pero… ¿por que buscar a nadie tan lejos cuando ya tengo lo que necesito y lo tengo tan cerca?
Dicen que cuando le tapas los ojos a una persona y le das de comer, potencias el sabor de los alimentos, y es verdad, pero… que pasa con esas personas que viven con los ojos cerrados continuamente, ¿realmente potencian el sabor? ¿o viven apartados del mundo de colores y sensaciones que les rodea?
No quiero fotos en blanco y negro que atonten mis ojos, no quiero flores sin fragancia que depriman mí olfato, no quiero un alimento tan fuerte que inhiba mi gusto, no quiero palabras vacías que decepcionen a mis odios, no quiero una caricia que sea presa de su momento.
Quiero en mis ojos la luz de tu mirada, en mi olfato el aroma de tu colonia, en mi gusto el sabor de tus besos, en mi tacto la sensación de tus abrazos y en mis oídos… escuchar que hoy por fin te atreves.
lunes, 13 de abril de 2009
Dicen
Dicen que ahora vives en un agujero negro
y que te has vuelto como la nieve mas fría,
que ya no hablas con nadie,
que todo es gris en tus días de hielo.
Dicen que en tu vida no entra un rayo de sol
y que has cerrado para siempre los ojos,
que caminas feliz a oscuras
por lo que puedas ver.
Dicen que sonríes en la soledad
y que de noche hablas a escondidas,
que cantas y bailas con los espejos
esperando alguna respuesta del tiempo.
Dicen que hay un ángel a los pies de tu cama
que siempre vela por tu suerte,
pero tú sólo ves la vela al final del camino
y la llama en tu lecho de muerte.
Dicen, dicen,
pero tú no dices nada.
De tanto callar,
tú ya no dices nada.
sábado, 11 de abril de 2009
Sin palabras bonitas
Y como en cada entrada, me veo ante un fondo negro que estoy dispuesto a rellenar, aunque a veces sea mejor no decir nada, como hoy, que he tenido la oportunidad de maldecir y recordar a la familia de dos desconocidos, uno por egoísta y el otro por inconsciente, sinceramente no me arrepiento de ninguna de las dos broncas, se lo merecían ¿no?, pero tengo claro, que no es lo mismo arrepentirse, que avergonzarse.
Y es que no entiendo cómo la gente no se aburre de vivir con tanto odio dentro, ¿por qué hay que vivir a la defensiva?¿por qué es la ley del más fuerte?¿por qué tienes que pisar si no quieres que te pisen a ti?
Seguramente alguno pensará… “que poco sabe de la vida” o… “pues, no le queda a este por ver todavía”
Pero yo estoy convencido de que así como las ondas se propagan en la superficie de un lago al lanzar una piedra, nuestros actos provocan reacciones encadenadas en la vida de los otros. Es difícil saber la duración del movimiento y del alcance de su expansión y profundidad, pero cuando la oscilación que nos llega de otros ha sido buena, convierte en redundante nuestra felicidad.
domingo, 5 de abril de 2009
I.M.
Y su mirada, que antes pudo ser amenazante, que antes fue exigente, con el paso de los años se ha convertido en un privilegiado lugar, un sitio donde pocos han estado, la mejor imagen de esa voz que ahora es cálida y rebosante de paz, una voz que sin quererlo es la música de una historia en la que solo yo soy el protagonista.
¿Quién me hubiese dicho hasta dónde ibas a ser capaz de llegar?
Pude encontrarme por solo un instante desnudo en medio de un lugar rebosante de humo, cargado de voces, borracho de vida, pero… daba igual, yo no sentía miedo, ni estaba asustado, si tu mirada era fija, porque devorabas en mi imaginación cada pensamiento como solo la mente inquieta e impertinente de un niño podría hacerlo.
sábado, 4 de abril de 2009
El tango que nunca bailabas
Yo adivino el parpadeo
de las luces que a lo lejos van
marcando mi retorno
son las mismas que alumbraron
con sus pálidos reflejos
hondas horas de dolor
y aunque no quise el regreso
siempre se vuelve al primer amor
la quieta calle, donde el eco dijo
tuya es su vida, tuyo es su querer
bajo el burlón, mirar de las estrellas
que con indiferencia, hoy me ven volver
Volver con la frente marchita
las nieves del tiempo, platearon mi sien
sentir que es un soplo la vida,
que veinte años no es nada,
que febril la mirada
errante en la sombras te busca y te nombra
Vivir con el alma aferrada a un dulce recuerdo
que lloro otra vez.
Tengo miedo del encuentro con el pasado
que vuelve a enfrentarse con mi vida
tengo miedo de las noches que pobladas
de recuerdos encadenan mi soñar
pero el viajero que huye,
tarde o temprano detiene su andar
aunque el olvido que todo destruye
haya matado mi vieja ilusión
Cual escondida la esperanza humilde
es toda la fortuna de mi corazón.
PD: ni el título, ni la entrada, ni la foto que acompaña ambos tienen sentido por separado, pero no duden ustedes de que lo tienen al estar juntos.
jueves, 2 de abril de 2009
Y cuando tu aprendas a usar las palabras, serás otro buzo perdido en la nada.
Al final resulta que me hice un blog (otro) y lo abandoné… supongo que fue porque tenía pocas cosas que contar, y es que a veces no valoramos el poder de las palabras, siempre vamos y venimos, siempre tenemos prisa y siempre nos olvidamos.
Luego llega el día en que cuando tú te dispones a hablar alguno se sorprende, y se asusta porque no podía imaginarse que en realidad le conocieras tanto, y es que casi sin darte cuenta tú has estado absorbiendo cada pedacito suyo para guardarlo contigo, miradas, gestos, abrazos… muchos momentos congelados.
Esto me hace pensar que en realidad sí que le damos más valor a las palabras del que en realidad tienen, nos dicen cualquier cosa y nos la creemos, y muchas veces eran palabras vacías, o palabras que iban a caducar, para mí, las únicas palabras importantes son las que tienen más valor que sentido, las que puestas en boca de pocos pueden cambiarme.